Adhesión

Hago extensivo al público en general un par de comunicados de interés psicoanalítico. Lo hago porque la idea misma de este blog y su orientación se ven materializadas en las cartas citadas; de allí mi adhesión, sincera y decidida, a la causa analítica y su batalla por venir.

Sin agregar una coma, allí van.












Colegas y amigos del psicoanálisis, todos:

Como se indica en el mensaje que consta líneas abajo, hemos sido convocados a pronunciarnos respecto del embate que, contra la práctica del psicoanálisis, se viene desarrollando en varios países del globo y que, concretamente, ha alcanzado hoy en Francia su punto más álgido. Allí, Jacques Alain Miller, junto con un gran número de personas, entre los que figuran también destacados intelectuales, escritores, cineastas, etc., viene sosteniendo una política sin tregua en defensa de la singularidad en que se apoya la clínica del sujeto, contra la medicalización y contra las terapias cognitivas que tan fácilmente se pliegan al discurso de laboratorios y aseguradoras bajo la promesa de colaborar con los Estados para paliar los estragos que los mercados económicos producen en los sujetos.

Somos testigos cada día, por ejemplo, de una campaña sutil pero continua para combatir la depresión. Según rezan las más recientes estadísticas, el 90 % de la población se deprime al menos una vez al año… en consecuencia, se supone que habría que extender el uso de los medicamentos antidepresivos y ampliar su prescripción hasta la infancia, inclusive. ¿Entristecerse al menos una vez por año es acaso estar enfermo?

Igualmente, cada día vemos más niños diagnosticados de Déficit de atención e Hiperactividad, razón por la cual el Ritalín y el cognitivismo aparecen como la solución indicada bajo pena de expulsión escolar cuando no de enjuiciamiento hacia los padres por irresponsables para el caso de que no quieran someterse a estas prescripciones.

Esta lucha que se desarrolla en Francia también es nuestra porque de su éxito dependerá en gran medida nuestro porvenir. ¡Todos nosotros estamos éticamente obligados a pronunciarnos frente a esta campaña ideológica que afecta lo real de la vida misma!

Marita Hamann
Fernando Gómez
Patricia Tagle
Directorio NEL-Lima


Declaración de Adhesión Para que viva el psicoanálisis, contra el cognitivismo y la cuantificación generalizada

Estimados colegas:

El pasado 9 y 10 de febrero se realizó en París el gran Meeting de la Mutualité, impulsado por Jacques-Alain Miller y bajo la égida de Le Nouvel Âne -LNA, para la defensa y la promoción del psicoanálisis, y contra el cognitivismo. Estuvieron presentes miembros de las distintas Escuelas de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, así como defensores e interesados del psicoanálisis; más de 1300 personas entusiastas que debatieron sobre el momento actual.

El objetivo fue poner un freno a la política cognitivista que se ha difundido por toda Europa por las burocracias estatales. Esta política, autoritaria y utópica, que sostiene el culto por la cifra, busca generalizar de manera insensata la evaluación cuantitativa. Es una política en contra de las prácticas de la escucha, y la eliminación del psicoanálisis es su principal objetivo, tanto de las universidades como de su ejercicio privado y en instituciones.

Esta lucha iniciada por Jacques-Alain Miller no nos es ajena, el cognitivismo está presente en todas nuestras universidades y sistemas de salud; tendrá consecuencias para la práctica del psicoanálisis en las Sedes y Delegaciones pertenecientes a la NEL. De ahí la importancia de contribuir y dar nuestro respaldo a este combate.

Hacemos un llamado para refrendar el apoyo a las tesis sostenidas en el Meeting realizado el 9 y 10 de febrero, y para apoyar y alentar el siguiente que tendrá lugar el 28 y 29 de marzo próximos. Invitamos a todos los miembros y asociados de las Sedes y Delegaciones de la NEL, a los alumnos de los CIDs, así como a todos los amigos e interesados en el psicoanálisis a sumarse a la lucha firmando esta declaración de adhesión.

Solo tienen que enviar un mail nuevaescuelalacaniana.nel@gmail.com anotando su nombre, dirección y profesión.La lista de adherentes se publicará en AMP-UQBAR y será comunicada a las autoridades francesas.

Un cordial saludo,

María Hortensia Cárdenas
Presidente de la NEL

La Mala Educación

Dadas mis actuales actividades y contactos con algunas instituciones educativas, y los efectos que tuvo en mí el ponerme en contacto con sus métodos, decidí ocuparme esta vez de lo que se pide ahora de los jóvenes en los colegios, como una tendencia que avanza hace algún tiempo con una rapidez que aunque vertiginosa, es poco aparatosa, pues parece que somos incapaces de ver los alcances reales de las nuevas formas de significar la "educación".

Creo que hay unanimidad en cuanto la valoración negativa de nuestros estándares escolares, dada su pobreza en cuanto a lo transmitido: conocimientos, valores, formación y habilidades interpersonales. Digamos que lo reflejado socialmente nos basta para dar cuenta de lo dicho: nuestros muchachos están mal preparados para la vida.

De esa afirmación que cualquiera podría haber formulado, -en especial si uno se encuentra atravesando el sagrado martirio que la paternidad supone en nuestro país, se desprende que en primer lugar hay que poner en orden a la franja adolescente de nuestra población porque al frente hay un mundo cada vez más hostil que enfrentar, pero aún un poquito por debajo de esto hay un detalle interesante que creo necesario rescatar: los padres cada vez están menos dispuestos a hacerse cargo de las vicisitudes (y malcriadeces) de sus hijos. Y es lógico, pues cada vez se tienen que hacer cargo de más cosas, lo que los lleva a encargar su responsabilidad educadora a otras manos.

Como siempre ante una disyuntiva de este calibre hay múltiples opciones que el mercado ofrece, pero a grandes rasgos se pueden reconocer dos propuestas: la "tradicional" y la ya autoproclamada "no tradicional", que pretende ser un negativo de la anterior, una contrapropuesta basada en las debilidades del sistema tradicional.

Para empezar, hay una asociación entre el sistema tradicional de enseñanza y el concepto de "ineficiencia", una idea de que se desperdicia el tiempo en cosas que no sirven para lograr los objetivos que se deberían trazar los jóvenes de hoy. No abogaré por ninguno, pero me encargare solo del nuevo.

Vemos que una vez más existe un ideal, que aunque medio endeble, que funge de receta para salvar a los chicos de la mediocridad, hay algo a lo que tienen que aspirar y es lo que se ofrece ya sin pudor, y es a entrar en el mercado desde la infancia (si, desde la infancia, como ir ala primaria con la idea de la universidad, instituto, trabajo, etc) y es a ello a lo que nos encaminamos, a que nuestros hijos sean afiladas máquinas mentales capaces de destruir cualquier examen tipo admisión, basados en práctica metódica de una técnica colegial de entrenar cerebros para dar respuestas.

Hoy, abiertamente se dice que la educación es un negocio, sin nada que ver con lo social, simplemente enfocada en el logro personal del recepcionario del "servicio"; podría decir que es negocio que haya ingresantes a las universidades, y ese ideal del ingresante calvo y feliz sirve de motor a los padres para elegir a quienes podrían quitarle la modorra y demás vicios sus hijos para que, basados en un régimen académico casi castrense, logren encontrar ese "talento" que aún no avisoran.

Es una paradoja moderna esto del talento, porque cada vez está más alejado del deseo y aún de la humanidad, para saberlo solo hace falta dar una leída a las currículas escolares de estas instituciones: RV, RM, Física, Biología, Geometría, Álgebra, Trigonometría y paremos de contar porque lo demás no es necesario para el modelo, sin importar que lo sea para el sujeto; por ejemplo no me imagino a un literato saliendo de una "corporación educativa", lo cual ya hace bastante claro que se trata de satisfacer la demanda del mercado a toda costa.

El avance de los enfoques tecnológicos y la emergencia poderosa de los ideales mercantiles que los sustentan, están aplastando lo que queda de particularidad y humanidad en nuestras sociedades. Los ideales globales de felicidad y de realización personal, de esos de los que hablábamos en otros posts están aquí presentes también, como receta que promete salvar al individuo, a costo de homogenizarlo en el molde del "para todos", haciéndolo renunciar a su inconsciente, precarizando a los sujetos, por tanto es una propuesta de consumo peligrosa la que hay hoy: la tecnocracia y la derecha que tienen a la supuesta eficiencia, talento, y por detrás la cientifización, alienación y el control humano como banderas de este embuste.

A ver si esa cultura del éxito a cualquier precio y la competencia sin cuartel sirven para acabar con las contradicciones sociales y con la pobreza subjetiva de nuestras poblaciones, mientras tanto, mastiquemos nuestra cultura combi y pensemos si la podremos soportar otros 50 años.

La Caída de los Referentes o Dios y su no relación Sexual

Mucho me han preguntado acerca de las relaciones de pareja, o esas formas de lazo que hacemos los humanos con nuestros semejantes, allí donde ponemos nuestra líbido; goce y deseo, algunas veces por separado y otras pocas, junto. Quiero hablar de esta separación, tomando a un personaje al que la tradición ha dotado de una infinitud que lo inscribe aparentemente en otro orden.

Desde la antigüedad, se ha escrito que el hombre nace marcado por un estado de falta fundamental: necesita de algo/alguien para realizarse, como la fijación con el éxito de estos días, o el mito de la media naranja que ilustra mejor lo que ocurre en una búsqueda amorosa, digamos.

En sí, se puede decir que hay busqueda porque falta algo, y se asume que esto lo tiene el otro. En "El Banquete", Aristófanes habla de un ser primitivo donde había una equiproporción de masculino y femenino, un ser completo que por serlo despertó la ira de los dioses, por lo cual Zeus manda a cortarlos, introduciendo la separación y la búsqueda de aquello de lo que se gozó completamente pero ya no se tiene más.

El juego sería entonces como uno de "gallina ciega", donde cada uno tiene un objeto que lo completaría y lo busca sin consancio, pero que éste, paradójicamente, no existe. El sujeto errará en su deseo, que siempre se equivoca y cambia, pudiendo sostener relación con los objetos que guarden similitudes con el fantasma que ha marca en el sujeto su forma particular de goce, con la condición de poder ser relanzados por sí mismos, de evolucionar. Freud ya lo decía cuando definía la felicidad como "producto del contraste, no como un estado".

Eso más o menos lo sabemos nosotros los mortales, uno tropieza y se pierde, pero generalmente nos topamos con algo que relanza algo de nuestra vida y nos ordena: un amor, una ocupación, un hijo, etc. algo que nos empuja a seguir un camino, que nos da la idea de "estar completos", y que aunque dure poco, marca un camino por donde uno puede escribir su propio libro.

El deseo de dios

Vista la lógica del movimiento que tiene como base el límite de lo humano y su falta, podríamos pensar en la inmovilidad de Dios, en su deseo muerto por su omnipotencia. ¿Cuál será entonces su media naranja?.

El detalle de la envidia de la completud andrógina es interesante: existe una falta en los dioses.

Durante la historia se ha podido corroborar que Dios ha puesto en marcha infinidad de proyectos, que existe un "plan" o un "deseo", que daba sentido a la vida de los fieles. Se le supone un saber universal y a la vez una potencia sobre el hombre, que recubre lo que hay detrás de la demanda, a saber, la necesidad de ésta de ser satisfecha. Dios le demanda al hombre, pues él es su partenaire, cuidando de velar su inconsistencia con su palabra, aún con suficiente potencia como para no ser cuestionada como referente para los grupos humanos bajo su influencia.

Pero la sociedad ha sufrido cambios al pasar de los años y las cosas han cambiado un tanto también en el funcionamiento de esos discursos. La cultura del temor de dios que dejaba al hombre como una figurilla sin ninguna importancia particular, donde la virtud era el camino para ser un "elegido" ha dado paso más bien a su reverso, a la emergencia cada vez más palpable de la demanda de amor divina, en la transformación de su semblante a uno sufriente, en constante necesidad de una respuesta por parte del hombre.

El cambio de postura frente a los referentes es un termómetro de la cultura actual; si seguimos este razonamiento encontraremos una "histerización" de la cultura, donde se señala la falla, como en dios, su inconsistencia es explotada para hacer notar su incompletud.

El síntoma sexual de la cultura

Así, podríamos intentar poner a la cultura en el lado femenino de las fórmulas de la sexuación, donde dios puede operar como masculino en tanto supuesto saber sobre todo, como un Amo que mediente su palabra podría dar un cauce al deseo del ser humano.

Dado que la demanda ha cambiado de dirección (ahora dios demanda al hombre que lo elija), la sociedad ahora marca la impotencia del Amo, de un dios que ya no sirve como dador del libreto humano, tanto hasta podríamos plantear que la omnipotencia está aparentemente del lado del hombre, a tal punto que el discurso de la ciencia sirve como ese dedo histérico acusador que traspasa al Amo y que precipita su caída, señalando su castración.

La palabra de dios, (o el Nombre del Padre) como organizador social es reemplazada por la ley económica de los mercados autorregulados, donde el goce sin límite del fetiche, o la eterna errancia de objetos de satisfacción, impone su descontrol.

Ahora bien, "la envidia de los dioses" es una buena forma de caracterizar una época donde el hombre tiene puesta una mascarada de completud, proveída por su relación con sus objetos de goce, y nuevamente el deseo divino estaría identificado con ello.

Es necesario hacer efectivo un segundo corte, a partir en dos pedazos al hombre, inscribiendo nuevamente una búsqueda propia, en un tiempo donde los Adán y Eva occidentales han expulsado del paraíso a su padre y tiemblan ante la invasión de una infinitud que no pueden domeñar, que no les es natural, y los deja sobrecargados pero sin saber hacer, en angustia.

La masificación del goce, vuelve a inscribir el lugar precario del hombre, ahora ya no ante su dios, que mal que bien le daba un libreto y un lugar frente a él, sino que ahora la situación se agrava pues ha quedado solo en su compulsión por gozar del fetiche.

El lugar del análisis es, entonces, hacer esa escisión, destapar de a pocos la olla, tentando construir una ética, donde el sujeto se identifique con su posición íntima y netamente particular de gozar, en la construcción de un Nombre Propio, más allá del Nombre del Padre del que se sirve. Hacer hablar al síntoma propio, escucharlo, amarlo, dándole un peso suficiente como para hacer de él una heramienta de separación del Amo y de invención única. Hacer que Adán se coma una buena manzana para el lonche.