La Mala Educación

Dadas mis actuales actividades y contactos con algunas instituciones educativas, y los efectos que tuvo en mí el ponerme en contacto con sus métodos, decidí ocuparme esta vez de lo que se pide ahora de los jóvenes en los colegios, como una tendencia que avanza hace algún tiempo con una rapidez que aunque vertiginosa, es poco aparatosa, pues parece que somos incapaces de ver los alcances reales de las nuevas formas de significar la "educación".

Creo que hay unanimidad en cuanto la valoración negativa de nuestros estándares escolares, dada su pobreza en cuanto a lo transmitido: conocimientos, valores, formación y habilidades interpersonales. Digamos que lo reflejado socialmente nos basta para dar cuenta de lo dicho: nuestros muchachos están mal preparados para la vida.

De esa afirmación que cualquiera podría haber formulado, -en especial si uno se encuentra atravesando el sagrado martirio que la paternidad supone en nuestro país, se desprende que en primer lugar hay que poner en orden a la franja adolescente de nuestra población porque al frente hay un mundo cada vez más hostil que enfrentar, pero aún un poquito por debajo de esto hay un detalle interesante que creo necesario rescatar: los padres cada vez están menos dispuestos a hacerse cargo de las vicisitudes (y malcriadeces) de sus hijos. Y es lógico, pues cada vez se tienen que hacer cargo de más cosas, lo que los lleva a encargar su responsabilidad educadora a otras manos.

Como siempre ante una disyuntiva de este calibre hay múltiples opciones que el mercado ofrece, pero a grandes rasgos se pueden reconocer dos propuestas: la "tradicional" y la ya autoproclamada "no tradicional", que pretende ser un negativo de la anterior, una contrapropuesta basada en las debilidades del sistema tradicional.

Para empezar, hay una asociación entre el sistema tradicional de enseñanza y el concepto de "ineficiencia", una idea de que se desperdicia el tiempo en cosas que no sirven para lograr los objetivos que se deberían trazar los jóvenes de hoy. No abogaré por ninguno, pero me encargare solo del nuevo.

Vemos que una vez más existe un ideal, que aunque medio endeble, que funge de receta para salvar a los chicos de la mediocridad, hay algo a lo que tienen que aspirar y es lo que se ofrece ya sin pudor, y es a entrar en el mercado desde la infancia (si, desde la infancia, como ir ala primaria con la idea de la universidad, instituto, trabajo, etc) y es a ello a lo que nos encaminamos, a que nuestros hijos sean afiladas máquinas mentales capaces de destruir cualquier examen tipo admisión, basados en práctica metódica de una técnica colegial de entrenar cerebros para dar respuestas.

Hoy, abiertamente se dice que la educación es un negocio, sin nada que ver con lo social, simplemente enfocada en el logro personal del recepcionario del "servicio"; podría decir que es negocio que haya ingresantes a las universidades, y ese ideal del ingresante calvo y feliz sirve de motor a los padres para elegir a quienes podrían quitarle la modorra y demás vicios sus hijos para que, basados en un régimen académico casi castrense, logren encontrar ese "talento" que aún no avisoran.

Es una paradoja moderna esto del talento, porque cada vez está más alejado del deseo y aún de la humanidad, para saberlo solo hace falta dar una leída a las currículas escolares de estas instituciones: RV, RM, Física, Biología, Geometría, Álgebra, Trigonometría y paremos de contar porque lo demás no es necesario para el modelo, sin importar que lo sea para el sujeto; por ejemplo no me imagino a un literato saliendo de una "corporación educativa", lo cual ya hace bastante claro que se trata de satisfacer la demanda del mercado a toda costa.

El avance de los enfoques tecnológicos y la emergencia poderosa de los ideales mercantiles que los sustentan, están aplastando lo que queda de particularidad y humanidad en nuestras sociedades. Los ideales globales de felicidad y de realización personal, de esos de los que hablábamos en otros posts están aquí presentes también, como receta que promete salvar al individuo, a costo de homogenizarlo en el molde del "para todos", haciéndolo renunciar a su inconsciente, precarizando a los sujetos, por tanto es una propuesta de consumo peligrosa la que hay hoy: la tecnocracia y la derecha que tienen a la supuesta eficiencia, talento, y por detrás la cientifización, alienación y el control humano como banderas de este embuste.

A ver si esa cultura del éxito a cualquier precio y la competencia sin cuartel sirven para acabar con las contradicciones sociales y con la pobreza subjetiva de nuestras poblaciones, mientras tanto, mastiquemos nuestra cultura combi y pensemos si la podremos soportar otros 50 años.

1 comentarios:

Ricardo dijo...

Sabes, una cosa que casualmente acabo de enterarme hace unas semanas es que compartimos en Peru el modelo japones de ingreso a las universidades... eso quiere decir que alla se da un examen de admision y pasan los mas "aptos" segun los resultados de la prueba, que dicho sea de paso es mas o menos orientada a lo mismo que las nuestras, es decir, pruebas de logica numerica y de memoria; las cuales son una fraccion (no la parte mas importante) de la curricula escolar, sin embargo alla no se ha dado el fenomeno de la educacion como medio utilitario, en gran parte, segun creo, porque el nivel escolar esta mas o menos homogeneizado el nivel de las escuelas publicas (que deben ser la gran mayoria de escuelas) y a la cantidad de horas anuales de clases, recordemos que el Peru es uno de los paises con menos horas de clases al año, lo que hace dificil llevar las horas necesarias de cada materia y en ese caso, las materias perjudicadas son las de humanidades (o que director de colegio suprimiria una clase de algebra por falta de horas? para eso estan las historias, las psicologias, las civicas, etc etc).

En cuanto a la educacion publica, sin hablar del nivel, que de por si ya es bajisimo, parece una utopia pensar en un plan pre-universitario (lo cual si existe en Japon, con clases opcionales para los que quieren prepararse, no para todos), ademas tener una educacion en un colegio publico me parece un factor discriminante en el proceso de estudiar una carrera (por el nivel de las escuelas primarias y secundarias, me parece muy dificil el hecho de recuperar todo el tiempo perdido con relacion a otros, con mas dinero, mejor preparados)...

Es por eso el Peru es el caldo de cultivo perfecto para estas escuelas, explotando las diferencias educativas que hay en un modelo que en teoria nos dice que todos tenemos las mismas posibilidades de lograr los objetivos... Se juega con las esperanzas de los que se saben menos preparados que otros y tambien (aqui entran las primarias y secundarias pre-universitarias) el miedo de los estudiantes y/o sus padres que guardan la incertidumbre de poder tener una carrera universitaria, se sacrifica la cultura por los conocimientos "utiles" ... Esto quizas tenga su logica en un principio, pero a la larga es mas perjudicial que beneficioso

En mi experiencia, yo nunca he visto avanzar mucho a ninguna "calculadora humana", sin que en el proceso al menos sepa como hablar, escribir o comportarse...

Este concepto, estoy seguro que lo tienen en cuenta los japoneses, al otro lado del mundo, al no cancelar las materias "tradicionales"...